sexta-feira, 1 de março de 2013

COLOMBIA: Al pueblo jamás se le doblega con la violencia, se le respetan sus derechos

SUCUMBÍOS, UN CRIMEN DE GUERRA



Sucumbíos, un crimen de guerra  
Al pueblo jamás se le doblega con la violencia, se le respetan sus derechos


La Habana, Cuba, Marzo 1 de 2013


El 1o de marzo de 2008 ocurre el bombardeo al campamento de paso del Camarada Raúl Reyes en región fronteriza ecuatoriana con Colombia de Sucumbíos. El presidente de entonces, Álvaro Uribe Vélez y su ministro de la defensa, hoy presidente de Colombia, dejaron una constancia histórica de su frialdad en la comisión de crímenes de guerra. Sabían que Raúl Reyes, miembro del Secretariado Nacional de las FARC-EP, estaba realizando gestiones humanitarias por la liberación de militares y policías prisioneros de guerra, cosa que dichos funcionarios de gobierno obstaculizaron hasta último memento; sabían que en el campamento se encontraban civiles de varios países de la región. 


No les tembló el pulso para ordenar la masacre, un acto descarado de violación a la soberanía ecuatoriana, con implicaciones gravísimas. El régimen y su maquinaria mediática celebraron semejante acontecimiento tan repugnante, como si se tratara de una gran conquista para la dignidad y el orgullo nacional. Una eventualidad que pudo desatar una guerra en la región y más derramamiento de sangre del que ocurre en el conflicto interno colombiano. 


Un derroche de vidas inútilmente pretende doblegar la dignidad de quienes nos alzamos en armas contra esta desaforada locura del régimen político. Pretende detener el enorme torrente de masas que se ha levantado a recabar sus derechos atacando con crueldad los reclamos de campesinos, obreros, de la juventud y los estudiantes, de la mujer, de los indígenas y las negritudes, de intelectuales y dirigentes revolucionarios. Les han cobrado la osadía de atreverse a reclamar lo que es una obligación institucional. Así es este régimen, la encarnación desaforada del terror, que deja una estela muerte, sufrimientos y traiciones. 


                                                        foto tomada  del blog VIEJO BLUES, agregada  por ALINE CASTRO

Cuantas veces han disparado, ejecutan crímenes de guerra, la llamada comunidad internacional lo sabe, un poderoso blindaje de impunidad ha pisoteado las normas del derecho internacional y de la propia justicia colombiana. El símbolo de la insidia se haya estampado en los estandartes de las instituciones militares y policiales visiblemente ensangrentados.


Aunque no hayamos sepultado dignamente a las víctimas, es una razón más para que se mantenga viva su memoria y su ideales, es una razón más para la esperanza de que habrá un día en que se haga verdadera justicia. 


Por la memoria del comandante Raúl Reyes y de los combatientes y mártires de Sucumbíos, ofrendamos la plena disposición de hacer hasta lo imposible porque se cumpla el sueño de la paz para Colombia, esa fue una de sus principales divisas. 


Camarada Raúl Reyes: Presente, presente, presente!!!
Hasta cuándo: hasta siempre!!!
Honor y Gloria a las víctimas de Sucumbíos!!!




Delegación de paz FARC-EP_Honor y gloria a los caídos en Sucumbíos


La Habana, Cuba, Marzo 1 de 2013 




Rendimos hoy sentido homenaje al comandante Raúl Reyes, a los 20 combatientes de su guardia, caídos con él, y a los cuatro estudiantes mexicanos y un ciudadano ecuatoriano, muertos en el bombardeo de Sucumbíos, hace cinco años.

Honor y gloria a nuestros muertos, la mayoría rematados con tiros de gracia, como lo confirman los informes forenses.

El primero de marzo de 2008, violando la ley internacional y la soberanía de un país, el gobierno de Colombia bombardeó en territorio ecuatoriano, muy cerca de la línea fronteriza, un campamento de las FARC, provocando con el uso desproporcionado de la fuerza la muerte de los combatientes y sus visitantes.

Hemos solicitado oficialmente al gobierno del Ecuador, basados en normas del Derecho Internacional Humanitario, la repatriación de los restos mortales de nuestros combatientes para que sus familiares y amigos puedan darles sepultura digna en la tierra que los vio nacer.

Denunciamos ante el mundo, como hecho degradante que desprecia los protocolos humanitarios, la actitud enfermiza del gobierno de Colombia de mantener todavía secuestrados, cinco años después, los restos del comandante Raúl Reyes.

Denunciamos la perfidia que representa este acto inhumano y cruel del Estado y señalamos como secuestrador de despojos mortales a nombre de ese Estado, al general Rodolfo Palomino de la Policía Nacional, hoy encargado de la policía de carreteras.

Exigimos a la CICR emprender una enérgica acción para obligar a los secuestradores de restos humanos, que devuelvan a los suyos los restos de Raúl Reyes.
Honor y gloria a los caídos en Sucumbíos.

DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC-EP 

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